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Involucrar a la comunidad para mejorar la atención a las personas mayores

La soledad y la vulnerabilidad de las personas en la etapa final de sus vidas, a debate

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Involucrar a la comunidad para mejorar la atención a las personas mayores

01 julio 2019

Con motivo de la celebración de XII edición de las conferencias Egozcue reunimos en Barcelona a distintos expertos para abordar, desde perspectivas muy diversas, la situación de soledad y envejecimiento en la etapa final de la vida de las personas mayores. Los participantes en la jornada coincidieron en la necesidad de involucrar a la comunidad, así como a impulsar cambios en el sistema y concienciar a la población sobre un reto que afecta a la sociedad.

La primera intervención de la jornada corrió a cargo de Albert Esteve, demógrafo y director del Centre d'Estudis Demogràfics UAB, que aportó datos sobre una realidad demográfica que obliga a plantearse nuevas soluciones para mejorar la atención de las personas mayores. El envejecimiento de la población en nuestro país se agudizará en 2050 debido, principalmente, a la incidencia del el baby boom de los 60 y 70, a la caída de la natalidad experimentada en los últimos años y al aumento de la esperanza de vida, que ha crecido 15 años en dos décadas. Las previsiones apuntan que España será el país del mundo con una mayor esperanza de vida en 2040. En este sentido, cabe considerar que en 1991 la edad media de la población española era de 36 años con una esperanza de vida de 76 años. En 2017,  pese a que  la media de edad creció hasta los 42 años, la proyección se mantiene en 40 años, la misma que en 1991. Por tanto, según Esteve, "es obligatorio reflexionar sobre si el actual modelo de pensiones es sostenible y si hace falta una mayor implicación institucional para no dejar en manos de las familias el cuidado de las personas dependientes".

Port su parte, Ángeles Duran, socióloga y doctora en Ciencias Políticas, centró su intervención en la sostenibilidad del sistema. Después de la jubilación a muchas personas les queda una esperanza de vida de 20 años. Al mercado solo le interesa la gente que produce y, actualmente, una persona puede llegar a vivir hasta los 90 años, con lo cual habrá producido 45 años, la mitad de su vida. Para Durán,  "cuidar resulta muy caro, lo que está generando la proliferación del proletariado de los cuidadores bondadosos, una nueva clase social que trabaja en condiciones muy precarias".  El cuidado de la gente mayor recae en estas personas o en las familias, lo cual es insostenible. "Las administraciones públicas deben empezar a impulsar actuaciones capaces de hacer frente a una realidad que se verá acrecentada en los próximos años", considera la socióloga.

Xavier Gómez-Batiste, director del Observatorio Qualy expuso durante la conferencia el  proceso evolutivo que está experimentando en clínica asistencial para el cuidado de las personas mayores. Gómez-Batiste explicó las distintas prácticas que se están implementando desde la Cátedra de Curas Paliativas UVIC-UCC que dirige. Para el doctor, "es fundamental  identificar y mejorar la atención de personas vulnerables. Hay que combinar una buena atención clínica con  la promoción de cambios en las actitudes sociales y culturales frente al final de la vida y la propia vulnerabilidad. Es un fenómeno que hay que  abordar de manera sistémica". En los últimos años ha habido cambios significativos en la aplicación de la atención paliativa que está incidiendo en una atención integral, capaz ofrecer mejores soluciones a las necesidades de las personas mayores. Según Gómez-Batiste, "la atención paliativa es un derecho humano fundamental".

 


Asimismo, Begoña Román, presidenta del Comitè d'Ètica de Serveis Socials de Catalunya, subrayó que,  "la novedad no es envejecer ni morir, la novedad es un cierto malestar ante la sociedad del bienestar". Para la filósofa, "envejecer no tiene solo que ver con la edad, depende también de las vivencias de cada uno". Para concluir, Román considera que, "hay que pensar en el papel de las familias y no dejar en sus manos todo el cuidado de la gente mayor es necesaria una mayor implicación institucional".

También intervino en las conferencias Amaia Cilveti, coordinadora del programa de la Obra Social de La Caixa, "Sempre Acompanyats", que considera que, "la soledad es un reto en términos epidemiológicos y un desafío para toda la población". Cilveti apuesta por, "impulsar intervenciones que empoderen a las personas, comprometan a la comunidad y sensibilicen a la ciudadanía, para generar de este modo, redes de apoyo que ayuden a acoger a las personas mayores afectadas por situaciones de soledad".


Actuaciones en distintas ciudades

Por último, la jornada también acogió una mesa de debate que contó con la participación de Elisa Sala, Coordinadora de l'Observatori de la Soledat;  Javier Barbero, psicólogo clínico del Ayuntamiento de Madrid; Magda Molas, enfermera del equipo de Servicios sociales de l'Ajuntament de Vic y Clara Costas, coordinadora del proyecto Radars de Barcelona. En este caso, los ponentes expusieron actuaciones reales que se están desarrollando en ciudades como Barcelona, Madrid y Vic.  Los responsables de las distintas iniciativas detallaron cómo se están impulsando sus programas y coincidieron en señalar, la importancia de la comunidad para poder trasladar las distintas políticas de actuación a la vida cotidiana,  la necesidad de promover campañas de sensibilización dirigidas a la población y en tener la capacidad de coordinar las distintas acciones con las administraciones públicas.
 

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