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Víctor Grífols i Lucas, in memoriam (1919-2015)

El modelo de Víctor Grifols i Lucas, un hombre bueno y honrado, permanecerá unido a la trayectoria y a los objetivos de nuestra Fundación.

Cuando el actual presidente de la compañía Grifols decidió crear una fundación dedicada a la reflexión y el debate sobre la ética, quiso que ésta llevara el nombre de su padre, Víctor Grifols i Lucas. La Fundación Víctor Grifols i Lucas nacía, así, como reconocimiento a quien ha sido un científico y empresario ampliamente reconocido, pero, sobre todo, una excelente persona, un hombre que siempre procuró que ningún interés particular pusiera en cuestión los principios y valores en los que creía. Muchas veces le había oído decir que la clave del éxito de la empresa, que durante años estuvo presidiendo, residía en la voluntad de hacer las cosas bien hechas, de esmerarse en la precaución y en el control de las técnicas y productos que llevaban al mercado. Estaba convencido de que fue ese cuidado e incluso exceso de prudencia el que les reforzó frente a sus competidores y les hizo ganar la confianza de los expertos. En los años sesenta, con la llegada del sida, Grifols extremó las medidas para garantizar la seguridad de sus productos.  Un ejemplo de que una empresa, dedicada a comercializar plasma para usos terapéuticos, no puede funcionar bien si los principios hipocráticos de no hacer daño y hacer un bien no son prioritarios.

Desde que se puso en marcha la Fundación, Víctor Grifols estuvo presente en todos los actos protocolarios. Una presencia discreta, amable y cercana, dispuesta a ayudar, pero no a interferir. Una ya larga lista de investigadores premiados y becados por la Fundación recibieron de sus manos los galardones concedidos. Fue así hasta hace escasamente dos años, cuando la salud dejó de permitírselo. La salud le obligó a ralentizar la actividad. Disfrutó tanto con lo que hacía que no poder ir a Parets era un castigo. El Museo, que se encuentra en la sede de la c/ Jesús i Maria, fue una iniciativa a la que se dedicó cuando un ataque al corazón le había forzado a disminuir el ritmo de trabajo y quedarse en casa.  Gracias al afán documentalista que siempre le acompañó pudo reconstruir la evolución y desarrollo de la empresa desde sus inicios. 

El modelo de Víctor Grifols i Lucas, un hombre bueno y honrado, que  desarrolló al máximo su potencialidad científica, permanecerá unido a la trayectoria y a los objetivos de nuestra Fundación. 

Victòria Camps
Presidenta

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