El filme narra la historia de Segundina, una mujer indígena de 55 años, que se enfrenta a la destrucción de su huerto clandestino en la periferia de Barcelona, donde vive siguiendo los principios de la cosmovisión indígena. El objetivo global del documental es mostrar otra forma de vivir, de acuerdo con una ética biocéntrica y cuestionar el modelo neoliberal. La mirada sobre los huertos "furtivos", que de lejos se ven como una zona desordenada y al margen de la ley, coge otra percepción cuando es la Segundina la que se graba desde dentro con las rosas, las moreras y los almendros floridos.