Iris Parra reflects on the ethics of care within the framework of the experience of translating Joan Tronto
+Read More
19 March 2024
(Text only available in Spanish and Catalan)
Iris Parra Jounou (investigadora de la Universitat Autònoma de Barcelona), explica cómo ha sido traducir a Joan Tronto, una autora referente en ética del cuidado cuyos textos sólo estaban disponibles en inglés.
A menudo me he preguntado qué hay que hacer cuando encuentras un libro que, por alguna razón, te deja una huella, te hace salir de la zona de confort o inaugura nuevas preguntas. Sin lugar a dudas, buscas otros lectores que hayan topado para poder discutir sus ideas, pero no siempre está al alcance de la gente de tu alrededor. A lo largo de los años que he dedicado a la investigación intentando hacer sentido del mundo actual y de las potencialidades de cambio que tiene, me he cruzado con unos cuantos libros de estos; textos que han resultado especialmente iluminadores y que, más allá de mi complacencia, contenían una información digna de ser compartida y debatida con mucha más gente. Como cuando un niño, ante una bifurcación de caminos, dice: "¡Por aquí!". Eso es lo que representa para mí Democracia y cuidado.
Hasta este pasado mes de febrero, la obra de Joan C. Tronto, reconocida desde hacía años a nivel internacional, no había sido editada en nuestra lengua. "Editoriales de ensayo, ¿no os interesa publicarla? Todavía me sorprende que sea de las teóricas políticas más citadas en los debates sobre cuidado y democracia, pero sólo se la pueda leer en inglés. Gustan más Butler o Federici, pero Tronto, Barnes o Held tienen un corpus teórico bastante desarrollado como para que solo podamos leer de segundas algunas ideas". Eso fue en noviembre de 2021, cuando en un ataque de entusiasmo durante el primer año de tesis doctoral, puse de manifiesto un vacío que no comprendía. Debido a mi trabajo anterior, tenía un buen puñado de editores en mis redes sociales. A los pocos minutos recibí un mensaje de Laura Huerga, de Rayo Verde. "Me interesa. ¿Por qué libro debería empezar?".
Cuando hablamos de ética del cuidado, la podemos entender en un sentido amplio, es decir, como toda aquella propuesta ética que hace una reflexión sobre el cuidado, o en un sentido más restringido, esto es, la corriente de pensamiento desarrollada a partir de la década de los años ochenta por una serie de pensadoras que quisieron comprender, analizar y hacer propuestas sobre las prácticas de cuidado, su división tradicional por género y la necesidad de una visión política o social del cuidado. La responsabilidad de cuidar de los demás no debería recaer en personas individuales, sino que hay una dimensión comunitaria, o de estructuras públicas que también hay que poner en cuestión. Si ya hace décadas que repetimos que nuestros problemas contemporáneos incluyen un envejecimiento de las poblaciones, una mayor necesidad de servicios, una distribución justa de los trabajos, una degradación del sistema sanitario público y una erosión de la política, entre otros, Tronto nos da las herramientas para entender qué elementos sostienen la estructura actual y cómo podríamos hacer una nueva que nos permitiera vivir mejor. Es, pues, una precursora de una propuesta política que prioriza las necesidades de cuidado de todos los ciudadanos y, además, también cuestiona la manera en que los seres humanos nos definimos. La naturaleza del ser humano es relacional, nos dice. Dependemos los unos de los otros.
Uno de los sectores que más ha dialogado con las teorías de las éticas y políticas del cuidado es, poco sorprendentemente, la enfermería. Digo que era de esperar porque tradicionalmente se ha validado la valía de la profesión bajo el binomio curar-cuidar. Los médicos curan, pero las enfermeras cuidan. No en vano muchas de nosotras nos hemos sacado segundas carreras en filosofía, sociología, antropología o humanidades. El cuidado tiene una dimensión que va más allá del modelo biomédico, y reivindica una serie de componentes culturales, sociales y políticos. ¿En qué momento vamos a dejar de considerar la medicina un arte para definirla como una ciencia? El modelo biotecnificado sanitario puede dar respuestas a una serie de necesidades de salud, pero es insuficiente para resolver todas las dimensiones de la salud de las personas. A pesar del giro hacia modelos centrados en la persona, la escucha activa de los pacientes y la validación de sus experiencias subjetivas, seguimos en una estructura que funciona de tal manera que nunca tenemos suficiente tiempo para dedicarles. ¿Hay instituciones que tienen mejor cuidado que otras? ¿Cómo lo consiguen?
Creo, en resumen, que Democracia y cuidado es de lectura obligada para cualquier persona que sienta un compromiso con el bienestar de los demás, sea cual sea su disciplina.
Libro "Democracia y cuidado" editado por Rayo Verde.
