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La educación y la bioética

Jaume Funes reflexiona sobre cómo acercar la ética en el aula, más allá del currículo

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La educación y la bioética

14 November 2023

(Text only available in Spanish and Catalan)

En los últimos años, he sido miembro del jurado que otorgaba los premios "Ética y ciencia" de la Fundación Grífols y, cuando valorábamos las experiencias educativas presentadas, siempre me hacía una triple pregunta: ¿qué ser humano, qué ética y qué escuela hay detrás de una propuesta didáctica sobre genética, medio ambiente, aplicación de la inteligencia artificial al cuidado de la salud, la humanidad biónica, etc.? Pensando en estas dudas, he decidido escribir sobre la educación que considera la ética, tiene en cuenta la ciencia y enseña a descubrir la vida. Inevitablemente sólo será un apunte.

Cuando todos los desconciertos sociales son puestos en el currículo y educar tiene poco que ver con el currículo

Empezaré recordando, que cuando nos paramos a pensar sobre educación y bioética (tres universos: educación, ética y vida), caemos a menudo en el simplismo de pensar que basta con poner el tema en el currículo académico, considerarla una cuestión más de la multiplicidad de las complejidades vitales actuales que (al no saber cómo abordarla) acabamos pidiendo a la escuela que las resuelva como pueda. Mi propuesta es pensar un poco más allá del currículo y considerar juntos, cuando menos, una parte de estos universos.

Igualmente, debemos abordar el conjunto de las éticas, no la simple discusión de si una actuación biológica (alrededor de la vida) es moralmente correcta, y cuál es la opción adecuada cuando aparece un dilema. Debemos situar los valores, las dimensiones relacionadas con la necesidad del otro para vivir, la construcción de vida en común. No es una cuestión de decidir y actuar éticamente sino de construir vidas éticas.

Ciencia perdida entre algoritmos

Día sí día no, sentimos hablar de algoritmos, de fórmulas matemáticas que, combinando millones de datos, pueden definir qué nos pasará con una nueva o vieja pandemia o cuál es la variable más significativa que puede generar una enfermedad o los factores que se supone que podemos gestionar para prevenirla.

Ciertamente, son formas rigurosas en las que podemos confiar (siempre que no respondan a propuestas de mercado o de poder, que seleccionan y predeterminan las variables importantes y su combinación). Pero, la vida, la condición humana, que debemos ayudar a entender no son un algoritmo, aunque los algoritmos nos puedan ayudar a entender alguna parte de esta. En todo caso, los seres humanos todavía somos algoritmos imprevisibles.

Necesitamos una dosis de orden razonable, sin embargo, debemos saber gestionar la incertidumbre, la probabilidad de que los resultados vitales no siempre sean los previstos. El miedo a que el mundo se derrumba bajo nuestros pies no puede conducirnos a buscar seguridades imposibles. Las dudas serán cambiantes y las seguridades imprecisas. El tiempo de las grandes explicaciones que sirven para todo ya ha pasado. No es sano querer tener una teoría de la totalidad. Creo que era Adorno quien decía que una verdad total es un error total.

Ética en tiempos de fragilidad e incertidumbre

No hay ciencia sin pensamiento crítico pero aún menos sin ética, sin referencia a las personas y los valores. Ninguna influencia educativa tiene sentido si se olvida la ética. Aclaramos, sin embargo, muy parcialmente, qué quiere decir ética en el territorio educativo.

La ética tiene que ver con lo que cada uno de nosotros consideramos una vida buena, una vida bella, y con lo que acordamos que es una buena vida para todos. Educar en clave ética es preguntarse sobre dónde depositamos la alegría, qué es el placer y la felicidad. Al mismo tiempo, descubrir que son otros seres humanos los que nos hacen humanos y preguntarnos cuál debe ser nuestra relación con los demás. La ética nos recuerda que somos sujetos frágiles que se relacionan con otros sujetos frágiles.

La propuesta ética siempre nos lleva a aceptar la libertad y a decidir, a ser protagonistas y no comparsas de nuestra vida. No hay ética sin observar, pensar y actuar. Tampoco hay si la visión, el pensamiento y la acción solamente provienen de nuestros estrictos y únicos puntos de vista.

Jaume Funes

Psicólogo, educador, periodista y miembro del jurado del Premio Ética y Ciencia

(El texto forma parte del libro "Bioética: una mirada hacia el futuro", el artículo completo se puede encontrar aquí.)

 

Foto © Carlos Gurpegui

Consulta las bases del Premio Ética y Ciencia

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