
El propósito del trabajo es demostrar que las tecnologías emergentes, y en concreto la Inteligencia Artificial (IA), se pueden convertir en una herramienta muy útil para diagnosticar una gran variedad de enfermedades como el cáncer. A través del planteamiento del marco teórico sobre qué es la IA, se evalúan los impactos que esta tecnología tiene en la vida humana así como sus aplicaciones en medicina, con los riesgos que ello conlleva.
El proyecto también cuenta con una parte práctica consistente en el desarrollo de un algoritmo basado en Machine learning con el fin de pronosticar el cáncer de mama a partir de los datos recogidos. El mencionado algoritmo ha sido capaz de detectar con un 95% de fiabilidad el cáncer de mama en pacientes, haciendo ver la importancia de detectar precozmente esta enfermedad.