
Los crecientes descubrimientos en ingeniería genética han revelado que se pueden diferenciar células sexuales (Gametos artificiales) a partir de células madre humanas, porque éstas no tienen identidad definida. Los gametos artificiales ofrecen un amplio abanico de posibilidades, desde curar la infertilidad, hasta permitir la reproducción entre parejas del mismo sexo, personas fuera de la edad reproductiva o la autorreproducción.
Este trabajo se propone establecer un marco bioético normativo basado en el principio de autonomía para ayudar a determinar qué situaciones serían aceptadas y cuáles no en reproducción asistida. Además, el proyecto quiere ofrecer herramientas con el fin de evaluar la normatividad de prácticas relacionadas con los gametos artificiales y futuras técnicas de reproducción.