Este trabajo analiza el uso de animales en la investigación científica, que abarca ámbitos como la investigación biomédica, farmacéutica, industrial y militar. La investigación revisa ejemplos como la prueba Draize de irritación ocular y reflexiona sobre hasta qué punto es justificable causar sufrimiento animal para salvar vidas humanas.

El trabajo explora la regulación vigente, como la Directiva europea 2010/63/UE, que aplica el principio de las Tres Erres (Reemplazo, Reducción y Refinamiento) para minimizar el sufrimiento animal. También analiza la disminución progresiva del uso de animales en la Unión Europea y la transparencia de España en este ámbito. A nivel filosófico, se abordan las aportaciones de pensadores como Jeremy Bentham y Peter Singer, que defienden la consideración moral de los animales y denuncian el especismo, poniendo de relieve que los experimentos sólo deberían justificarse si tienen un objetivo claro, urgente e irrenunciable.